A lo largo de la Ciudad de Quito es inevitable encontrarse con objetos arquitectónicos que han pasado el umbral de lo cotidiano, y han quedado plasmados como imágenes trascendentales que permiten a diario que el peatón, el ciclista o el conductor puedan identificarse en un determinado cruce, en un barrio, en una parroquia o en una ciudad. A estas presencias materiales y simbólicas las conocemos en el mundo de la arquitectura y urbanismo como Hitos Urbanos.

Sin embargo, existen ciertas edificaciones como en el caso de la Plaza de Toros Quito que, a simple percepción, y en un futuro muy cercano, pudiese formar parte del holgado conjunto de espacios residuales de la ciudad que, a pesar de servir como un punto de referencia primordial en la Zona Norte de la capital, ha quedado desdibujado de la trama urbana de la ciudad.

De esta forma, es necesario entender el emplazamiento del objeto arquitectónico de importancia histórica y su relación con la trama urbana de la ciudad (pasado, presente y futuro), comprender a cabalidad los planes de ordenamiento territorial y uso de suelo, sistemas de movilidad y transporte, flujos y actividades que convergen en la zona, y como la sumatoria de las mismas puede delinear el programa necesario para contribuir al desarrollo del nuevo polo de crecimiento planteado por el cabildo.

Durante la ejecución de la primera fase, se procedió a ilustrar el análisis descriptivo realizado sobre tres factores importantes dentro del estudio morfológico de la ciudad: TERRITORIO, AMBIENTE y MOVILIDAD. A partir de estos estudios se determinaron problemas y oportunidades que, junto a propuestas de resiliencia enfocados a diseño sustentable y bioclimático, puedan establecer estrategias para el mejoramiento arquitectónico y urbano de la zona de estudio sin afectar la influencia patrimonial del hito urbano.